Vamos a una fiesta o estamos en un bar. Ahí, conocemos gente nueva o convivimos con los amigos de siempre. De forma casi instintiva, chocamos nuestras copas y decimos “¡Salud!”, pero ¿por qué lo brindamos?

Era una forma de llamar a los meseros
Son varios los posibles orígenes de esta tradición. Hay quien simplemente cree que era la forma de llamar a los meseros: chocar las copas les anunciaba que tu bebida y la de tu compañero se habían terminado y eso no estaba del todo bien; de ahí también que aún se golpee una copa para llamar la atención de los amigos cuando se quiere proponer un brindis.

Proviene de los tiempos de Carlos V
Otra posibilidad se remonta al siglo XVI cuando las tropas de Carlos V se hicieron de la ciudad de Roma: cuenta la leyenda que, ya en la celebración, los soldados, alzando sus copas, le dijeron al emperador: “Bring dir’s”, que en alemán significa “Yo te lo ofrezco”, refiriéndose a la ciudad que acababan de ganar. De ahí podría provenir al menos el nombre en castellano: bring dir’s, que suena a “brindis”.

La palabra para brindar existe en, por lo menos, 50 idiomas distintos, lo cual indica que, o la tradición se extendió por el mundo, o el ser humano llegó a su ritual y su práctica, todos en algún momento, sin importar las distancias ni el espacio ni el tiempo.
Brindar evita morir envenenado
La hipótesis más interesante postula que, debido a los muchos asesinatos por la vía del envenenamiento en las bebidas, las personas chocaban las copas y, para hacerlo bien, el contenido de una copa debía caer en la otra y viceversa; de ese modo, los dos tomaban el veneno o ambos podían tener la certeza de que ninguno había tenido planes de envenenar al otro.
Afortunadamente, felizmente, los tiempos han cambiado y, ahora, simplemente brindamos por el placer de hacerlo, para celebrar una ocasión especial, un logro o que estamos con aquellas personas que amamos. Definitivamente, un ritual de salud y buenos deseos para todos los congregados.