Es oficial, amigas y amigos, el Día de Muertos y Halloween han llegado a su fin, y con ellos el furor culinario por el pan de muerto, las recetas con calabaza, las calaveritas y los inquietantes platillos que emulan ser un miembro humano cercenado que vemos en los festejos de los más apasionados. Sin embargo, algunos recordarán que en nuestro post de pan de muerto se mencionó, además del pan de muerto citadino, el pan de muerto de Oaxaca.

Esta región sureña de nuestro país tiene, probablemente, la tradición más rica si de pan de muerto estamos hablando no solamente por los métodos de preparación, sino también por los colores y formas tan diversos de los que constan. Y a pesar del cariño que les tenemos a los panes de muerto nacidos del mestizaje de culturas y eras, no podemos olvidarnos de nuestras raíces. Es por eso que hoy les compartimos los 7 tipos de pan de muerto oaxaqueño más extravagantes.
Marquesote
Este, a pesar de ser simple en su elaboración, no es menos simbólico, ya que es un panqué cuadrado que en el medio lleva escrito con betún el nombre del difunto.

Pan de carita
Este pan de yema de huevo, como dice su nombre, tiene un pequeño rostro hecho a base de harina de trigo. Normalmente, se elabora con la ayuda de un molde especializado (que puede representar una cara más femenina o masculina) y se deja secar al sol para, posteriormente, pintarse meticulosamente. La cara, según se dice, representaba en un principio la de un ángel. Algunos de los fabricantes han diversificado las formas para simular más fidedignamente a algún difunto en particular y, para los fanáticos del memento mori, también existen los que tienen un pequeño cráneo pintado a mano.

Nioxtila chojta (pan de persona)
Su elaboración es a base de anís, vainilla y ajonjolí. Este pan de Cañada, preparado en horno de leña, normalmente es colocado en un altar dirigido a un difunto adulto.

Pan de ánima
Similar al anterior, solo que representa el alma del difunto en cuestión. Se puede saber del muerto si miras fijamente el pan. Si el sujeto falleció siendo un niño, el azúcar que cubre el pan será blanca, y si murió siendo un adulto, esta será magenta o de un color rojizo. Es una analogía de la pureza de nuestras almas al ser niños, que se va perdiendo a medida que envejecemos.

Pan de yema
Su elaboración es similar a la del pan de carita (incluso esta variedad puede o no tener una carita sin pintar). Tiene la peculiaridad de que, en lugar de llevar ajonjolí, lleva un glaseado de limón, huevo y azúcar. Con este glaseado se suelen hacer dibujos complejos que simbolizan la vegetación que crece sobre nosotros al fallecer.

Pan de sirena
Este pan pisciforme originario de Papaloapan no tiene una función particularmente conmemorativa, sino que pretende augurar buena fortuna a los pescadores.
Pan de muerto costeño
Similar al pan de carita (aunque se elabora con mantequilla), posee una forma más fantasmagórica. Es bastante grande, y como tal, se coloca en ofrendas proporcionales a su tamaño. Además de esto, es muy recomendable remojarlo en una bebida caliente al comerlo.
