Todos recordamos esta escena de la fantástica película protagonizada por un gruñón ogro en la que la galleta de jengibre está siendo torturada con la amenaza de arrancar sus botones de gomita. Pero, ¿de dónde viene esta linda y culinaria tradición de hornear figuras y casas de pan o galleta de jengibre?

Su origen se remonta, entre otras versiones, a un cuarto Rey Mago
La historia comienza, como muchos cuentos de hadas, hace algunos siglos en el Medio Oriente. Existen diferentes versiones de cómo fue que este exquisito pan llegó a Europa. Algunos dicen que fueron los cruzados quienes lo trajeron al regresar de sus batallas a finales del siglo XI; otros, que fue Gregorio de Nicópolis, un monje armenio, en el año 992; y hay quienes afirman que el jengibre fue llevado al niño Jesús como obsequio de nacimiento por un cuarto Mago, el cual no pudo completar su viaje a Belén.

La reina Isabel I encargaba a su panadero estatuillas de sus visitas más ilustres
Lo que es seguro es que los europeos rápidamente notaron que, al agregar jengibre al pan, este adquiría propiedades que lo ayudaban a conservarse mejor y por más tiempo. De tal manera que, poco a poco, el horneado y modelado de este pan se volvió un arte que solo los mejores y más especializados panaderos llevaban a cabo. El primer registro de la manufactura de figurillas de este material es de la corte de la reina Isabel I de Inglaterra, quien encargaba a su panadero estatuillas de sus visitas más ilustres como una forma de homenajearlos.

El cuento de “Hansel y Gretel” inaugura la tradición navideña
Trasladémonos ahora a la Alemania del siglo XIX. Por aquellos tiempos, un par de eruditos de la lengua y la literatura, los hermanos Grimm, acababan de publicar una recopilación de cuentos populares entre los cuales se encontraba el de “Hansel y Gretel”, una historia sobre dos niños que fueron atrapados por una bruja en una casa de caramelo. Si bien hay estudiosos que afirman que el cuento de los Grimm hablaba sobre algo ya existente, fue a partir de ese cuento que comenzó la tradición, durante la época de Navidad, de hornear en familia casas de pan de jengibre decoradas con exquisitos y variados dulces.

Actualmente, esta linda actividad navideña se ha esparcido por muchos lugares en el mundo y, sin duda, es una gran oportunidad para seguir creando recuerdos entrañables con los más pequeños de la familia.