Principalmente, al hablar de maridaje, la referencia es la relación entre el vino y la comida, cuyo objetivo es brindar una experiencia placentera al combinar estos elementos. Este proceso conlleva texturas, aromas y sabores. A su vez, existen diferentes tipos de maridaje: el más simple era el que se daba según los productos comestibles que podían combinarse en una región y seguía la sabiduría de la naturaleza: en general, las cosas que nacen juntas pueden mezclarse y sabrán bien; un segundo tipo, por afinidad o complementación de sabores; y un tercero, por contraste de sabores.

La grasa y el sabor son elementos importantes a la hora de maridar
Una especie de regla sencilla, más no absoluta, es que cuanta mayor grasa contenga un platillo, vendrá bien un vino con mayor estructura y mayor tiempo en barrica; otra, que los pescados blancos en general van mejor con vino blanco. Las carnes y pescados rojos irán bien con un vino tinto, y un vino dulce irá bien con postres dulces. Otra pista sería lograr combinar los diferentes sabores: amargo, ácido, dulce y salado sin que ninguno sepa más que los demás. De forma general, los vinos crianza, reserva y gran reserva irán bien con carnes de caza, guisos, legumbres y quesos fuertes. Un vino joven irá bien con verduras, carne de ternera, aves, embutidos y paellas.

Experimenta: el ser humano consume alrededor de 50 toneladas de comida y 50,000 litros de bebida en su vida
Las cosas se complican un poco más, pues existe una gran gama de ingredientes, sabores y condimentos, sin contar los gustos de cada comensal. Pero lo increíble es que, si consideramos que un ser humano promedio de 78 años llega a comer 50 toneladas de comida y a beber 50,000 litros de bebida en su vida, tenemos muchas oportunidades para practicar el arte del maridaje; y aún más alucinante si consideramos que este arte no tiene que limitarse al vino, sino que puede extenderse a cualquier otra bebida que podamos imaginar. Por ejemplo, pensemos en la variedad de tamales que existe en nuestro país; ahora, ¿qué tal experimentar cada uno de esos sabores con los diferentes tipos de atole que hay hasta encontrar la mejor combinación?
Como ya se habrá deducido, sí, maridaje significa casamiento, por lo que también puede ser una opción excelente para ese tío o tía con la compulsión de casar a todos los que los rodean, esta actividad es perfecta para ellos: un divertido ejercicio de formar parejas entre las comidas y bebidas. Y en realidad no hay límites para la experimentación, solo hay una gran diversidad de paladares y gustos.

Té verde con galletas de mantequilla, jugo de naranja con una ensalada rusa, café espresso y helado de vainilla, cappuccino y galletas de chocolate, café americano (sin azúcar) y un pastel, dirty chai y pastel de zanahoria, lasagna y un vino tinto joven, tacos de chorizo con agua de horchata, un queso de sabor muy fuerte con un vino dulce son solo algunos maridajes que se pueden experimentar. Les deseo una buena y placentera búsqueda de sus sabores favoritos.