Los orígenes de los nombres de los cocteles a menudo están rodeados de historias y leyendas; en algunos casos, pueden variar dependiendo de las fuentes, el lugar y las interpretaciones que se hicieron de los hechos. En este artículo, te vamos a contar 5 anécdotas divertidas sobre los orígenes de algunos cocteles famosos. Conviene leerlas al calor de un rico trago.
Negroni

La historia de este trago se remonta al año 1919 en Florencia, Italia. Se cree que el coctel fue creado por el conde Camillo Negroni, un aristócrata amante del buen comer (y beber). Cuentan que el conde era un asiduo del famoso Caffè Casoni y le gustaba beber ahí un trago que se elabora con vermut, Campari y soda.

Al parecer, un día al buen conde Negroni y a su sed más peligrosa, el trago le pareció falto de espíritu y entereza, por lo que le pidió al bartender, Fosco Scarselli, que en vez de soda le añadiera ginebra. El conde tenía ascendencia inglesa, así como cierta afinidad por este destilado. El cambio se hizo, la gente encontró gusto en la fortaleza y amargura del nuevo trago y se expandió por el mundo.
Luis Buñuel era un aficionado de este coctel, aunque en una variante a la que llamaba el Buñueloni que, en vez de Campari, se elaboraba con Carpano, una marca de vermut.
Tequila Sunrise

El Tequila Sunrise tiene dos versiones: la aburrida y la recargada y energética. La primera data de la década de los treinta y fue elaborada con tequila, crema de cassis, jugo de limón y agua mineral. La creó Gene Sulit en el Arizona Biltmore Hotel. Este trago nunca gozó de amplia popularidad hasta que, años más tarde, dos jóvenes bartenders lo reinventaron, dando pie al Tequila Sunrise que todos conocemos.

En 1972, Bobby Lozoff y Billy Rice, del restaurante The Trident, en Sausalito, California, hicieron una variación de este coctel con tequila, jugo de naranja y granadina para una fiesta organizada en honor a unos invitados extremadamente reservados: The Rolling Stones. Cuenta Keith Richards en sus memorias que a Mick Jagger le gustó tanto que empezó a beberlo con singular alegría y a promover su consumo durante el tour, al grado que la gira recibió el sobrenombre de “El tour de la cocaína y el Tequila Sunrise”.
Tom Collins

El Tom Collins es un trago muy sencillo, pero rico y refrescante, que contiene ginebra, limón, agua mineral y azúcar. Sus orígenes, discutidos e inciertos, cuentan con una historia que resalta entre las demás. Al parecer, todo comenzó como una broma en Nueva York a finales del siglo XIX, que a la postre se convirtió en un trago. Consistía en que alguien en un bar le preguntara a una persona si conocía a un tal Tom Collins. Al negarlo, el bromista le decía: “Qué raro, acabo de venir del bar X y ahí hay un señor llamado Tom Collins que está hablando pestes de ti”. De esta manera, el afectado iría al bar preguntando por él, pero al llegar le dirían que se acababa de ir a otro bar. Si la broma funcionaba, el pobre sujeto iría de bar en bar en búsqueda del pérfido Tom Collins que tan deslealmente hablaba de él.

Al parecer, en medio de esta broma, un bartender tuvo la brillante idea de crear un trago del mismo nombre, de manera que, cuando entraran preguntando por Tom Collins, él les pudiera elaborar un trago y cobrar por él. El coctel apareció en 1876 en la segunda edición del libro How to Mix Drinks de Jerry Thomas.
Black and White

Repopularizado al final del siglo pasado por la película The Big Lebowski, el White Russian estuvo a punto de desaparecer de la historia de la coctelería. Sin embargo, sus orígenes son tan sencillos que son risibles. El bartender belga Gustave Tops creó un Black Russian (vodka, licor de café y hielos) para el embajador de Estados Unidos en Luxemburgo. En los años cincuenta y principios de los sesenta, cuando los tragos dulces y cremosos estaban en su apogeo, alguien le añadió crema y en un alarde de creatividad lo nombraron White Russian. En 1961, apareció descrito por primera vez en el libro Diner’s Club Drink Book, hecho que subraya su popularidad. Al igual que el Moscow Mule, los nombres incluían una referencia a Rusia porque, en esa época, todo vodka en Estados Unidos era ruso.
Martini

Ginebra, vermut y una oliva son los ingredientes del clásico Martini, icónico drink que ha destacado tanto en la literatura como en el cine. Algunos creen que se llama así porque usaba vermut de la marca Martini. Sin embargo, una teoría bastante conocida es que el trago original se llamaba Martinez [sic] y se elaboraba, en 1860, en el bar del Hotel Occidental en San Francisco, justo antes de abordar el ferry que zarparía rumbo al pueblo de Martinez. Al igual que bistec, que proviene de beef steak, Martinez derivó en Martini ante la “impronunciabilidad” del español.