Spaghetti de colores. Leyó bien, de colores

Traemos esta vez una receta muy loca, con la intención de revivir esa sensación que se activaba en la infancia frente a posibilidades que parecían poco probables, las cuales en el fondo sabíamos que eran posibles. Así es, como sospechaban, están aquí: espagueti de colores.

Foto: © VeselovaElena a través de Canva.com

Antes de proseguir, expliquemos que el agar-agar es una gelatina que proviene de algas de Japón con el superpoder de espesar los líquidos en forma de gelatina. Ya clarificado esto, pasemos a la cocina, a ensuciarnos las manos y maravillarnos.

Tiempo de preparación aproximado: entre 20 y 25 minutos.

Ingredientes y utensilios necesarios

  • 2 ollas
  • Hielo (10 cubos)
  • 400 ml de agua (para cada olla)
  • 400 g de jarabe de hierbabuena (o cualquier otro jarabe)
  • 2 g de agar-agar
  • 1 jeringa de cocina
  • 1 tubo de silicona alimentaria (según el grosor que queramos nuestros espaguetis)
Foto: © saquizeta a través de Canva.com

¿Cómo hacer la magia?

  1. En una olla, vertemos el agua, el jarabe que elegimos y el agar-agar. Calentamos y disolvemos bien, cuidando que la temperatura rebase los 80o.
  2. Una vez que se han mezclado bien los ingredientes, apagamos el fuego y dejamos que enfríe un momento, cuidando que no baje de los 40°. En la otra olla vertemos el agua y los hielos.
  3. Después, colocamos el tubo de silicona cual si fuera el silenciador de una pistola, con el émbolo de la jeringa de modo que podamos aspirar el líquido de la olla. Aspiramos hasta llenar todo el tubo y le retiramos la jeringa, cuidando de tapar ambas salidas del tubo.
  4. Metemos el tubo en la olla con agua y hielos. Esperamos al menos un minuto. La gelificación ya ha ocurrido. Volvemos a colocar el tubo en la jeringa con el émbolo listo para disparar. Disparamos y… ¡voilá! Tenemos ya nuestro espagueti de colores.

Esta receta es genial, puesto que cualquier o casi cualquier alimento que pueda hacerse líquido puede volverse espagueti, sin contar que podemos usar miles de sabores y colorantes. Los límites solo están en la mente de cada persona que cocina. A jugar.

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