Nuestro pasar por el mundo representa un esfuerzo colosal que compromete todos nuestros sistemas físicos y emocionales, por lo cual una ingesta calórica adecuada es indispensable, más aún cuando muchos de nosotros tendremos que sentir nuestro corazón romperse en no pocas ocasiones. Para sobrevivir a la titánica aventura, el ser humano ha creado la comfort food, una especie de bomba carbohidrática que nos conecta con la nostalgia para sanar las heridas del alma.

Un festín de recuerdos nostálgicos
El concepto se remonta a los años sesenta, cuando en el Palm Beach Post se publicó un artículo que relacionaba el estrés emocional y la búsqueda de confort a través de alimentos con alto contenido calórico, generalmente platillos que remontaban a las personas a su infancia. Más adelante, en los años dos mil, esta noción se popularizó y fue el cocinero británico Jaime Oliver quien dijo que consistía en “un festín de recuerdos nostálgicos y tradiciones para que al comensal se le dibuje una enorme sonrisa cuando los deguste ”. Actualmente, ha cobrado tanta importancia que, incluso, ha surgido un tipo de restaurante que sirve únicamente este tipo de comida.

Brinda sentimientos reconfortantes
Si bien la comfort food depende de los gustos y asociaciones de cada individuo, las características principales son: alta en carbohidratos o azúcares, fácil de preparar y que esté relacionada con algún sentimiento o recuerdo reconfortante. De ahí que, para algunas personas, un caldo de pollo sea indispensable para apapacharse en un día frío y, para alguien más, lo ideal sea el té de canela con leche y azúcar que le preparaba su abuela.

Sana el desamor
Finalmente, no podemos dejar de hablar de amor. Nadie que haya caminado esta tierra podrá negar que, para sobrevivir a las dolencias del corazón, se necesitan muchas calorías; y las podemos encontrar en muchas formas: helados, pasteles, chocolates, malteadas, galletas y un millar de etcéteras. Demos gracias a todos ellos por ayudarnos a sanar el desamor y darnos la energía necesaria para siempre volver a amar.
