Seguramente, conoces a alguien que practica el ayuno intermitente y te habla maravillas sobre él. Es probable que te preguntes las motivaciones de la persona que lo realiza, o si tú lo podrías realizar. Para tratar de entender, empezaremos con lo más básico: ¿qué es el ayuno intermitente?

Este método tan sonado en la actualidad consiste en pasar un buen rato sin comer para después ingerir cierta cantidad de alimentos. Por ejemplo, el ayuno intermitente más popular es el de 16/8: consiste en ayunar por 16 horas y restringir el periodo de alimentación diaria a 8 horas, es decir, podrías comer algo a las 12 del día y cenar a las 8 de la noche.
¿Qué tipos de ayuno intermitente existen?
Aunque el de 16/8 sea el más reconocido, también existen los de 5/2, 12/12, 18/6, 20/4, de un día completo, días de ayuno por días alternos o aún más prolongados: de varios días y hasta semanas.

Beneficios
Mucha gente asegura que este método ayuda a bajar de peso, mejora la salud y reduce los niveles de azúcar. También te da una mayor claridad mental y te hace sentir más relajado.
Efectos secundarios
Cada cuerpo es diferente y, por ende, sus efectos adversos. Algunas personas presentan dolor de cabeza, estreñimiento, mareos, acidez, alteraciones metabólicas (en particular cuando los ayunos son muy prolongados). Y, claro, el efecto más desagradable: sufrir hambre. Existen personas a las que les aumenta el apetito y esto ocasiona que consuman una cantidad mayor a la que su cuerpo necesita. Además, los alimentos que ingieren no suelen ser los más saludables, surgen entonces resultados indeseables: aumento de peso y problemas de salud.

¿Será adecuado para mi intentar este método?
Posiblemente este método no sea para todos. No es recomendable para personas con bajo peso, desórdenes alimenticios, mujeres embarazadas o lactantes y menores de edad. Se sugiere que cualquiera que tenga alguna condición o consuma algún medicamento consulte previamente a su médico. El ayuno intermitente es muy antiguo, ya sea por razones religiosas, estéticas o médicas. Su práctica sigue siendo un tema controvertido por los efectos secundarios que suscita o por la sensación de hambre que genera y que hace pensar que uno morirá de inanición. Lo mejor, definitivamente, antes de probarlo, es que consultes a un especialista, de modo que esta práctica resulte realmente en algo saludable y benéfico para ti.