La experiencia de comer es increíble y multifacética. Desde una comida casera, pasando por un puesto de la calle, hasta un restaurante de fine dining, todas son vivencias geniales. Sin embargo, hay lugares que llevan su concepto al límite, como estos restaurantes bellos, exóticos y únicos donde comer se convierte en algo completamente especial.
Grotta Palazzese en Polignano a Mare, Italia

No es extraño que Grotta Palazzese esté ubicado en la Via Narciso 59 de Polignano a Mare y sea absolutamente hermoso y deslumbrante. Es considerado por numerosas publicaciones y por miles de foodies en el mundo como uno de los restaurantes más bonitos y exóticos. Situado dentro de una gruta en un acantilado que da directamente al mar Mediterráneo, este lugar se ha usado desde el siglo XVIII para fiestas y banquetes. La belleza del espacio es solo comparable con la calidad de su cocina. Aquí se elaboran los mejores platillos italianos con productos frescos y de temporada. Desde pastas recién hechas hasta frutti di mare súper frescos, la experiencia es tan bonita que nadie se quiere ir. Para esos casos, en la parte superior de la gruta se encuentra un palacio que funge como hotel.
Ithaa Undersea en Maldivas

En las islas Maldivas se localiza el primer restaurante submarino del mundo. Un espacio que se encuentra cinco metros bajo el agua y tiene una visión de 180 grados a la vida marina. Gracias a su privilegiada ubicación podrás observar la amplia fauna por la cual estas islas son conocidas: corales, cardumen de peces multicolores e incluso tiburones. Su comida fusión está inspirada en la gastronomía local y la cocina contemporánea. Sus menús son de temporada y están maridados con vinos. Bajo los calmos colores del mar, esta experiencia culinaria es de verdad única.
El Diablo en Lanzarote, España

Cuando un restaurante se llama El Diablo, sugiere una experiencia cuando menos intensa y extraordinaria. Este lugar es único en el mundo pues cocinan con el calor que emerge de un volcán: una parrilla se monta sobre una estructura de piedra volcánica de donde el fuego emerge. Aquí, los platillos son elaborados con ingredientes locales frescos y de alta calidad, y ofrecen una experiencia culinaria impresionante. Desde la terraza del restaurante, se tiene una vista es espectacular al increíble paisaje volcánico de las Montañas de Fuego.
The Rock en Zanzíbar, Tanzania

En las hermosas costas de Zanzíbar una formación rocosa emerge en el mar. En la parte superior, se encuentra el restaurante The Rock, famoso por su ubicación, vista y comida. Durante años se utilizó como resguardo para pescadores, pero con el tiempo se volvió un lugar icónico al convertirse en restaurante. Inspirados en la comida de su propia tierra y con un toque italiano, es posible degustar platillos del mar elaborados con esmero y pasión. Desde la llegada en bote, sus atardeceres y una cocina que se ha ganado los paladares de sus visitantes, The Rock sin duda es un lugar que nos gustaría visitar.
Ali Barbour’s Cave en Playa Diani, Kenia

Kenia ofrece uno de los lugares más bellos y asombrosos donde cenar. Ubicado cerca de la ciudad de Mombasa, el restaurante Ali Barbour’s Cave se encuentra dentro de una antigua cueva de coral. Su apertura natural, encima de la gruta misma, ofrece un espectáculo nocturno en el cual las estrellas pueden ser admiradas por todos los comensales. Especializado en pescados y mariscos debido a su cercanía con el mar, su menú ofrece platillos internacionales con un corte marcadamente local. Este restaurante mantiene todos los elementos naturales de la cueva intactos. En las noches, a la luz de las velas, las intrincadas cámaras que conforman el lugar se iluminan de una manera muy íntima y romántica.
Dinner in The Sky en Montreal, Canadá

Imagínate que estás suspendido a más de 40 metros sobre el suelo y al mismo tiempo disfrutas de un menú cuidadosamente elaborado por un chef de primer nivel. Además, estás acompañado por otras 21 personas que se maravillan por las delicias que les sirven, mientras miran asombradas las hermosas vistas desde las alturas. Este restaurante —que también se renta para cenas privadas— opera en el aire. Con una mesa suspendida a través de una grúa muy alta, te levantan del suelo para que puedas disfrutar de un panorama incomparable de Montreal, acompañado de una suculenta comida preparada con ingredientes frescos y locales. ¿Te atreverías a cenar con tus pies colgando al vacío?